Las novias están muy preocupadas, necesitamos saber que nuestro novio está bien, por eso de vez en cuando le preguntamos dónde está y resulta que acaba diciéndonos que está en el cine, en un bar, etc. . No somos sus mamás para darles permiso, pero ¿por qué no decírtelo primero?
Cuando una relación lleva mucho tiempo, es normal que ambos se encuentren amigos. Cuando nuestro novio tiene un nuevo grupo de amigos que nunca nos presenta y pasa demasiado tiempo con ellos, asumimos lo peor. Lo mejor que puedes hacer es hablar de ello.
Metas y expectativas
Manejar expectativas realistas y adecuadas en una relación es fundamental para evitar el sufrimiento y la frustración. Y muchas veces, cuando sentimos que el otro no nos quiere, es porque no hemos aclarado lo que cada uno espera de la relación. Quizá uno de los dos esté más implicado que el otro, buscando más compromiso, o teniendo que dar ciertos pasos en la relación que el otro no quiere dar.
Esto no quiere decir que esta persona no sienta amor, sino que sigue un ritmo diferente y tiene una percepción y un reflejo diferente en una relación. Por lo tanto, es importante aclarar y combinar los objetivos individuales para evitar malentendidos.
Círculo de Confesión (Orgullo)
Aparece una persona que te permite crecer y liberarte de falsas creencias; aunque no elija seguir tu camino, no te impedirá alcanzar el tuyo, te seguirá. Aquel con quien te sientes reconocido y apreciado por lo que eres, fortalezas y debilidades incluidas. Esto no te cambiará. Que tu elijas No hay competiciones ni luchas de poder. Quién puede apreciar tu creatividad. Informe de autenticidad. Que puedes crear, inventar, descubrir tu esencia y mostrarla sin sentirte juzgado o envidiado. Aquí es donde entra en juego la parte positiva del orgullo, que se refiere a la admiración y la autoestima cuando ese orgullo se traslada de una persona a nosotros y de nosotros a otra.
Este circuito está conectado a alguien que no solo te juzgará, sino con quien podrás compartir tu mayor intimidad porque te brindan un espacio seguro. Él te apoya, te motiva, te ayuda y te cuida. Hay generosidad, solidaridad y gratitud. Él te promete y cumple sus promesas. Te sientes protegido. Debe ser mutuo, uno no debe dar y el otro recibir, sino dar y pedir por igual. Persona confiable. La relación entre calidez y cercanía. Puedes rendirte, no tienes que esconderte o fingir ser alguien que no eres. Una persona de aspecto genial. No hay intereses ocultos que te decepcionen. No requiere sacrificios, ni adicciones, ni celos. El amor no es el fin último de una relación, pero el sentimiento de unión, no de propiedad sino de unión, es el paso previo a lo que viene después, a la alegría y la satisfacción.
Ya no es lo mismo que el inicio de la relación
A veces uno de los miembros de una pareja (o ambos) cambia con el tiempo y ya no está tan atento como al principio. El desinterés, la pasividad y la falta de ganas y originalidad son evidentes.
Una de las posibilidades de esto es que se ha llegado a un nivel de comodidad y seguridad en el que el otro cree que no hay que hacer más. Si esto se aplica a usted, ahora es un buen momento para discutirlo con su pareja.
¿Cuál es el propósito de este trabajo?
- Te ayuda a relacionar lo que te pasa y a entender que lo que suele evocar en ti el comportamiento de tu pareja es un sentimiento antiguo, probablemente de la infancia. Porque tengo que contarte un secreto, muchas relaciones adultas repiten patrones aprendidos en la infancia, y hay muchas relaciones en las que miramos a las madres y los padres en lugar de a los adultos. No sé si ese es tu caso. Tal vez lo sea, tal vez no lo sea. Te sugiero que hagas este ejercicio solo para ver si los baches pueden ir de esa manera y lo que se siente sin apoyo ahora es la niña que eras en lugar de la mujer adulta que eres ahora.
- Otro trabajo que sugiero que hagas es determinar dónde no te sientes apoyado. No sentirse apoyado es un gran problema. Es como una nube dibujada sobre la cabeza y extendiéndose a todos los lugares. Decir “no me siento apoyado” no es lo mismo que decir que “cuando tengo que trabajar en casa por las tardes, mi pareja no cuida bien a los niños”. Aquí trabajamos con el lenguaje. El primero es abstracto, el segundo concreto. Y a la hora de negociar, algo imprescindible en una pareja, no es lo mismo decir “necesito que me apoyes” que decir “necesito que estés con los niños esta tarde porque tengo que reservar una hora de trabajo”. ” ¿Ves la diferencia? El primero es abstracto, el segundo es medible.
- Haz una lista lo más específica posible de cómo necesitas que tu pareja te apoye. Qué quieres que haga, qué tipo de comportamiento necesitarías de él… Cuanto más concreto mejor, porque así te resulta mucho más fácil negociar y valorar si se puede dar apoyo o no.