Cuentos para vivir la Navidad, no hay mejor actividad para hacer en familia que leer. Para disfrutar de estas fiestas, existen cientos de historias que tocan el corazón y reviven tradiciones.
Cuentos escritos siempre para jóvenes y adultos. Los cuentos de Navidad no pierden vigencia, y disfrutarlos en el calor de la casa nos traerá momentos de gran felicidad y armonía. Leer para Navidad!
La Navidad, un regalo de Dios
Respecto al nacimiento de Jesús que hoy celebramos, los expertos coinciden en admitir como históricamente cierto que Jesús nació durante el reinado de Herodes el Grande (37-4 aC). .), en la época del emperador Augusto (37 a. C.-14 d. C.), pero no se puede precisar el año exacto. Mateo y Lucas coinciden en que Jesús nació en vida de Herodes el Grande, y según los datos aportados por el historiador judío Flavio Josefo, podríamos precisar que fue antes de la primavera del año 4 a.C. En cuanto al día de nacimiento, los datos son insuficientes. Por ello, la tradición cristiana ha querido celebrar el nacimiento de Jesús utilizando el fenómeno natural del sol naciente, también celebrado por otras religiones y culturas de latitudes similares al Mediterráneo. Es el nacimiento de la luz según el ciclo anual del sol en el solsticio de invierno. El mundo cristiano lo celebra en Nochebuena, lo que da a luz a un día ya más largo, la Navidad. La cultura cristiana hizo coincidir estos fenómenos luminosos con la celebración del nacimiento del Mesías Jesús. Los textos bíblicos de Nochebuena y Navidad presentan la aparición de esta luz en el niño Jesús. Jesús es la gran luz de la humanidad que habita en la tierra de las tinieblas (Is 9,2). Él es la luz que brilla en las tinieblas como el Verbo hecho carne (cf. Jn 1, 5.14). Esta Pascua es el preludio de la otra Pascua, la de la Resurrección, en la que Cristo, crucificado y resucitado, se presenta como vencedor de la muerte y de las tinieblas. La luz ganadora de la Pascua es la luz que se eleva en el solsticio de invierno mesiánico. La tradición cristiana, como el Verbo Encarnado, se hizo carne, cultura y humanidad para seguir encarnándose en las diferentes culturas, anunciando a Jesús, luz de las naciones, al mundo entero.