Si por alguna razón quieres que tu postre sea aún más salvaje, más agradable de comer, más sabroso y más calórico, aquí tienes algunas ideas.
- Además del sirope de chocolate, puedes añadir cualquier otro sirope, como el de fresa o el de caramelo.
- También puedes añadir tanta leche condensada como quieras.
- Unas 3-4 fresas cortadas por la mitad agregarán una bonita decoración y sabor a este postre.
- Si quieres, también puedes añadir unos trocitos de kiwi.
- Puedes espolvorear con cacahuetes picados o almendras picadas (o ambas).
- Bebe un M&Msami de plátano.
- Adición de manchas de color.
- Puedes tomar una galleta con chispas de chocolate, romperla un poco con la mano y ponerla en el plato de abajo antes de poner las bolas de helado, como una cama.
- También copos de coco.
- Unas hojas de menta quedan genial como decoración.
- ¡Y, por supuesto, puedes mezclar y combinar todas las ideas que te acabo de dar!
Ingredientes
- 3 cdas. aceite de oliva
- 100 g de pechuga de pollo deshuesada y sin piel, cortada en trozos medianos
- 2 dientes de ajo picados
- 100 g de chorizo sin piel
- 1 cebolla picada
- 1 pimiento verde limpio y picado
- 100 g de costilla de cerdo cortada en trozos medianos
- 1 pimiento rojo sin semillas y picado
- 12 tomates cherry, partidos por la mitad
- 5 tazas de caldo de pollo
- ½ cda. hilo de azafrán remojado en agua caliente
- 375 g de arroz para paella
- Sal y pimienta al gusto
- 12 gambas grandes
- ½ cda. pimiento rojo
- 1 cda. perejil picado
- 12 almejas
- 3 cdas. aceite de oliva
- 100 g de pechuga de pollo deshuesada y sin piel, cortada en trozos medianos
- 2 dientes de ajo picados
- 100 g de chorizo sin piel
- 1 cebolla picada
- 1 pimiento verde limpio y picado
- 100 g de costilla de cerdo cortada en trozos medianos
- 1 pimiento rojo sin semillas y picado
- 12 tomates cherry, partidos por la mitad
- 5 tazas de caldo de pollo
- ½ cda. hilo de azafrán remojado en agua caliente
- 375 g de arroz para paella
- Sal y pimienta al gusto
- 12 gambas grandes
- ½ cda. pimiento rojo
- 1 cda. perejil picado
- 12 mejillones
- Pelar la cebolla y lavar el tomate. Las cortamos muy finas, lo más posible para que se vean, pero lo suficiente para que se noten.
- Elegimos aguacates maduros que no son demasiado difíciles de triturar, y el sabor de los aguacates maduros es mucho mejor. Debe estar maduro, pero no blando, la piel firme y ligeramente caída cuando se presiona con un dedo. Si las compraste muy verdes, puedes envolverlas en papel periódico y dejarlas en un bol a temperatura ambiente para que maduren. Nunca en la nevera.
- Corta el aguacate por la mitad a lo largo del hueso y voltea cada sección, separando las dos mitades. Nos ayudamos de una cuchara de plástico para vaciar las dos partes y dejamos el hueso en el mismo recipiente donde pondremos el aguacate.
- Mi primo Bruno me contó que en México los ingredientes se machacan con molcajete o mortero de piedra. Aunque en España es difícil de conseguir. Hago esto con un tenedor de plástico o de madera y en un recipiente de plástico. De esta forma evitamos la oxidación y obtenemos una pasta más o menos irregular con trocitos. Agregue el jugo de limón directamente a los aguacates y comience a machacarlos con un tenedor.
- Añade dos cucharadas de hojas de cilantro. Si son muy grandes, las cortamos directamente con las manos. Mezclar todo con los tomates y las cebollas reservados y una pizca de sal.
- Pica muy finamente el chile serrano, yo le agregaría este ingrediente como opción porque si bien a mí me encanta el picante en casa, a algunas personas no les gusta. Suelo llevar guantes porque el calor puede ser peligroso si después te frotas los ojos. Añadir a la masa y mezclar todo con una cuchara de madera con movimientos circulares para no alterar la consistencia desigual de nuestra salsa.
- Pelar la cebolla y lavar el tomate. Las cortamos muy finas, lo más posible para que se vean, pero lo suficiente para que se noten.
- Elegimos aguacates maduros que no son demasiado difíciles de triturar, y el sabor de los aguacates maduros es mucho mejor. Debe estar maduro, pero no blando, la piel firme y ligeramente caída cuando se presiona con un dedo. Si las compraste muy verdes, puedes envolverlas en papel periódico y dejarlas en un bol a temperatura ambiente para que maduren. Nunca en la nevera.
- Corta el aguacate por la mitad a lo largo del hueso y voltea cada sección, separando las dos mitades. Nos ayudamos de una cuchara de plástico para vaciar las dos partes y dejamos el hueso en el mismo recipiente donde pondremos el aguacate.
- Mi primo Bruno me contó que en México los ingredientes se machacan con molcajete o mortero de piedra. Aunque en España es difícil de conseguir. Hago esto con un tenedor de plástico o de madera y en un recipiente de plástico. De esta forma evitamos la oxidación y obtenemos una pasta más o menos irregular con trocitos. Agregue el jugo de limón directamente a los aguacates y comience a machacarlos con un tenedor.
- Añade dos cucharadas de hojas de cilantro. Si son muy grandes, las cortamos directamente con las manos. Mezclar todo con los tomates y las cebollas reservados y una pizca de sal.
- Pica muy finamente el chile serrano, yo le agregaría este ingrediente como opción porque si bien a mí me encanta el picante en casa, a algunas personas no les gusta. Suelo llevar guantes porque el calor puede ser peligroso si después te frotas los ojos. Añadir a la masa y mezclar todo con una cuchara de madera con movimientos circulares para no alterar la consistencia desigual de nuestra salsa.
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